lunes, 23 de junio de 2014

Inti Raymi

Aunque el sonido de pronunciar las palabras Inti Raymi teletransporte a la India (o por lo menos, esa sensación me da a mí…), lo cierto es que, aquí, en Ecuador, Inti Raymi significa en el idioma quichua, la fiesta del sol. Ésta es una tradición de los indígenas de los Andes que cada 21 de Junio, celebran la llegada del solsticio de invierno (en el caso del hemisferio sur) y veneran al padre Sol, Inti.

El sábado, decidimos ir al Inti Raymi de Ingapirca, un conjunto de restos arqueológicos de origen Inca, a unas 2 horas de Cuenca, y a 3100 metros de altitud. Nada más sacar un pie del coche, empezamos a palpar un ambiente completamente diferente al de la ciudad de Cuenca: enormes chanchos colgando del techo de las tiendas, coloridos trajes tradicionales, música, bailes, muchos bailes, y comida típica de los Andes, como el Chancho a la Barbosa, al que también se podría llamar: "chancho mareao" (pues se va cocinando a medida que se le da vueltas y más vueltas en un horno abierto de brasas). Además del chancho, otra comida típica presente era el cuy. El cuy (kuy en quichua) es técnicamente hablando un roedor de la Sierra. Hablando en plata, el cuy no es más que una pequeña ratita de la Sierra…. Pero había que probarlo, claro. Ahora ya está tachado de la lista “cosas que hacer antes de irme”, aunque con casi total certeza, no se vuelva a repetir tal experiencia...

Otro de los eventos estrella del Inti Raymi es las sesiones de chamanismo. Sin duda, lo mejor del día. Nos acercamos sorprendidos por la acumulación de personas en el centro de la plaza. Unas 20 personas esperaban su turno en el círculo creado alrededor de frutas, verduras e inciensos para depurarse de los malos espíritus. El chamán va dando vueltas al círculo, pasando por delante de cada uno de los allí presentes, y literalmente escupiéndoles a toda presión y desde una distancia inferior a 20 cm de la cara del paciente, un trago de una bebida que lleva en una botella en su mano derecha. Una bebida que, combinada con su saliva, se supone, depura/limpia. Realmente, una escena ¡digna de ver!


A diferencia del cuy, la sesión de chamanismo (para quitarme cualquier posible mal espíritu/vibras antes de volver a Europa) aun sigue en la lista de “cosas que hacer antes de irme”. Aunque sinceramente no tengo yo muy claro que finalmente pueda tachar esa actividad de la lista de tareas…








1 comentario:

  1. Bueno yo comeria el chancho ,aunque Allah lo tiene prohibido .Y respecto al escupitajo ,lo que no mata nos hace mas fuertes.
    Saludos al que brilla ,ilumina,da fuerza ,alimento .Saludos a la fuente de la energia vital.
    Un abrazo

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